
No eliges a tu familia, pero a tu pediatra si lo puedes escoger. Necesitas una combinación de conocimiento, empatía y conexión. Lo principal es que esté bien preparado, que tenga una preparación y credenciales para poder trabajar en el hospital donde irías principalmente . A continuación te comparto 5 puntos que son muy importantes al momento de buscar a tu pediatra.
- Menos estudios médicos, más exploración física
Te soy honesto, la mayoría de los pediatras tenemos una buena preparación y el secreto, que nadie te dice es que en la mayoría de los casos los niños se curan solos; y cuando se enferman es parte de su desarrollo inmunológico. Entonces te preguntarás ¿para qué necesito un pediatra?.
- Menos medicamentos, más reposo
Solo un 5% de los niños requiere de cuidados especiales, y esa es la diferencia. Los pediatras durante todo nuestro entrenamiento nos dedicamos a ver a ese 5% de los niños enfermos de gravedad. Y los intensivista vemos al 5% del 5% de los niños que se enferman gravemente. ¿Entonces qué? Tu bebé seguro caerá en el rango de 95% de los sanos y no necesita más que vigilancia y paracetamol.
- Menos visitas a urgencias, más control
En muchas ocasiones, los médicos no pediatras se llegan a estresar por cosas que, alguien que se ha dedicado a ver miles de niños no se estresa y eso lleva a intervenciones y tratamientos innecesarios, causando gastos innecesarios. Para decirte con seguridad que tu niño necesita solo paracetamol se requieren muchos años de estudio. De hecho, los hospitales no quieren buenos pediatras, porque te resuelven 90% de las preguntas sin estudios y con pocos medicamentos.
- Menos preocupación, más confianza
La llegada de un bebé es un gran cambio, pero es importante tener bien definido qué es lo que quieres y apegarte a ello. Para esto necesitas aliados y uno de los primeros, es tu pediatra. Es muy importante que te sientas cómoda con su formación y valores. Alguien en quien confíes de sus habilidades y conocimiento, que transmita confianza y te de la seguridad de que tu bebé está en buenas manos.
- Menos inquietudes, más respuestas
La empatía es importante. Un buen pediatra no debe tener prisa, debe saber expresarse con claridad, con un lenguaje sencillo, y mostrarse accesible a los padres. Que te de la confianza de poder platicar tus inquietudes, independiente de los sencillas o complicadas que puedan llegar a ser.
Pero lo más importante es que disfrutes el proceso. Toda la información que existe puede ser agobiante, úsala para tu tranquilidad y no para estresarte más. Al final de cuentas tú conoces a tu bebé mejor que nadie, vas a estar en manos de expertos que te van a guiar por el camino.

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